El deporte y los juegos de cartas guardan una relación muy estrecha. El deporte tiene múltiples beneficios para la sociedad, tanto a nivel físico como mental. Cada uno con sus características, pero todas positivas, por lo que por eso decimos eso de que “no hay deporte malo”.

Pero además de estos beneficios, el deporte comparte unos importantes valores que deben ser transmitidos a la población con el fin de ir avanzando hacia una sociedad mejor. Si nos centramos por ejemplo en los deportes de equipo, encontramos valores como: la Cooperación, el Respeto, la Deportividad, afán de Superación, Competitividad sana… Es esencial que un equipo reúna todos estos valores y sea capaz de transmitírselos a su afición. Porque estos mismos valores son también aplicables lejos de este ámbito, como en nuestro entorno social o en el trabajo.

En Fournier también estamos comprometidos con esos valores, y tratamos de promoverlo a través de nuestra marca y todos nuestros productos. Nuestro producto estrella, la Baraja Española, permite una enorme variedad de juegos diferentes, ofreciendo la posibilidad de jugar en solitarios, hasta juegos en parejas o equipos, u otros en los que se compite contra todo el resto de jugadores. Por lo tanto, en los juegos de cartas también encontramos muchos “juegos de equipo”, donde estos valores adquieren una importancia especial.

Los juegos de cartas, especialmente aquellos que involucran la Baraja Española, son tradición y parte de la cultura de nuestro país. Las personas lo utilizan como modo de diversión y socialización, desconexión, reunirse con amigos y desconectar de la rutina diaria. Los deportistas de élite no son menos. Es habitual que los jugadores de los equipos muestren su afición a jugar a las cartas como modo de entretenimiento. Ya es más que conocida la afición por la Selección Española de Baloncesto a juegos como  “La Pocha” o “el Mus”.

Estos juegos ayuda a los deportistas a evadirse del día a día y del ambiente deportivo en el que están sumergidos, pero sin dejar de “hacer equipo”. Jugar con sus compañeros en un ambiente más relajado y simplemente por diversión, ayuda a encauzar mejores relaciones en el vestuario. Porque un equipo se hace tanto dentro como fuera del campo.

Es habitual que un club esté asociado a unos valores concretos. Estos valores y este sentimiento de pertenencia a un equipo va pasando de generación en generación entre los aficionados, convirtiéndose en una tradición familiar, donde abuelos, padres e hijos comparten colores y bufanda.

Nuestros naipes también llevan recorriendo generaciones desde hace 152 años. Las cartas de Fournier han pasado por las manos de la gran mayoría de familias de este país. Y muchos de estos naipes, representan mucho más que una baraja de cartas. Bien porque son un regalo, un recuerdo, o porque en el reverso aparece el equipo al que seguimos desde la infancia. No hay duda que esas partidas de Mus después de la comida el día del partido, y con los colores de nuestro equipo son momentos únicos.

Por este motivo, en Fournier llevamos muchos años colaborando con clubs y equipos deportivos de varios deportes y de todos los niveles. Desde los mejores equipos del mundo hasta algunos más modestos han decidido unir sus colores y darles forma en una baraja de cartas con los naipes promocionales de Fournier. Reunir todos los valores que transmite tu equipo es muy sencillo, y además generará unos momentos inolvidables.

¡Siempre es buen momento para poner los colores sobre la mesa!

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