La Baraja Francesa

La Baraja Francesa está compuesta por cuatro palos: Picas, Corazones, Tréboles y Diamantes. No obstante, aunque el origen de los símbolos de la baraja francesa no está del todo claro, varias teorías consideran que se trata de una adaptación influenciada por la baraja española y el tarot. De tal forma que las copas habrían inspirado los corazones, los tréboles derivan de las hojas de los bastos, las picas sustituyen la figura militar de las espadas, y los diamantes habrían sustituido a los oros.  Pero a pesar del desconocimiento preciso de su origen, lo que sí se conoce es que estas barajas con estos mismos símbolos ya eran utilizados a comienzos del siglo XV en Europa.

La Baraja Francesa tiene, por norma general, un total de 52 naipes, donde se distinguen los palos que hemos mencionado anteriormente: “Corazones”, “Tréboles”, “Picas” y “Diamantes”. Cada uno de estos palos se compone de 13 cartas numeradas, en la que de nuevo, la primera siempre será el “As”, que posteriormente le siguen del 2 al 10. En cuanto a las figuras, esta baraja varía en cuanto a la Española en que está compuesta por una “Sota (R)”, una “Reina (Q)”, y un Rey (K)”.

De esta Baraja Francesa deriva la que hoy en día es probablemente la más utilizada en todo el mundo, que es la Baraja Inglesa, donde se sustituye la figura de la Sota (R) por la letra (J).

Los Reyes de la Baraja Francesa

No obstante, si hay que destacar una gran peculiaridad de esta baraja (al igual que pasa con la Baraja Inglesa), es que las cartas de los cuatro reyes de la baraja francesa representan a 4 de los grandes reyes de la historia. De tal forma que el Rey de Picas rinde tributo al Rey David, el Rey de Tréboles a Alejandro Magno y el Rey de Diamantes a Julio César, y por último, el Rey de Corazones rinde homenaje a Carlomagno.

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